jueves, 29 de octubre de 2015

La industria del engaño: agua embotellada

El agua que no proviene de la naturaleza.

¿Alguna vez te preguntaste de donde viene el agua embotellada?
¿Realmente es tan natural como dicen?

Aquí está la historia.

Supongamos que vives en una gran ciudad. ¿Optarías por tomar agua del grifo o prefieres agua de los manantiales de Fiji?
La empresa embotelladora Fiji pensó que la respuesta era más que obvia.
El caso es que el agua embotellada fue sometida a pruebas y no sólo que no era de manantial sino que era de menor calidad que la del grifo.

Entonces, ¿el agua embotellada es más limpia y sabe mejor que la de grifo? La respuesta es: a veces sí y a veces no, el problema es que el agua embotellada tiene muchos menos controles y regulaciones que la del grifo.
Problema: el agua embotellada cuesta 2000 veces más que la del grifo. ¿Quién en su sano juicio pagaría 2000 veces más por cualquier cosa?

Sin embargo, en EEUU solamente se consumen semanalmente tantas botellas de agua que alcanzarían para dar la vuelta al planeta varias veces.
¿Cómo llegamos a esto? La explicación es: demanda manufacturada.

En los años 70, las compañías de gaseosas empezaron a ver sus ventas estancadas, y para continuar aumentando sus ventas necesitaban elaborar nuevas estrategias.
Además, las bebidas gaseosas no eran saludables y a la larga las personas terminarían tomando agua nuevamente.

Para evitar eso, tuvieron una idea muy controvertida y hasta formaron parte de ciertas bromas: vender agua embotellada.
Piénsalo: el agua embotellada era casi gratis, ¿Por qué alguien pagaría por algo que consigue casi gratis?
Sencillo, el primer paso: elaboran una campaña publicitaria en la cual asustan a las personas que toman agua del grifo y las hacen sentir inseguras.
Segundo paso: esconden la realidad de sus empresas con propagandas e imágenes de naturaleza.
Lo gracioso, mi querido lector, es que ⅔ del agua embotellada proviene de… exactamente del grifo.

El presidente de la compañía Nestlé dijo: “el agua embotellada es el producto más responsable medioambientalmente”.
Buen discurso, sobre todo si mencionamos que el ciclo de producción comienza con la extracción de petróleo: la producción anual de botellas de agua requiere la misma cantidad de petróleo y energía con la que se podrían surtir más de 1 millón de automóviles y eso sólo en EEUU.
Si a esto le sumamos la energía necesaria para distribuirla en todo el mundo…

Pero no termina ahí. ¿Qué ocurre con todas esas botellas una vez consumidas?
El 80% terminan en incineradores que contaminan el aire con polución o en un vertedero que permanece por años degradándose.
El otro 20% es reciclado. ¿Y qué ocurre con esos productos que reciclamos?
Se envían cargamentos a la India.
En India esas botellas van a parar a enormes montañas de estas botellas; el reciclaje las convertiría en nuevas botellas pero en realidad las convierte en productos de menor calidad. Lo que no puede ser utilizado va a parar a estas montañas.
Es como tirar la basura en el patio de otro.

Si las empresas quieren mostrar montañas, que pongan en sus etiquetas estas montañas de botellas de plástico.
La excusa de las grandes compañías es que en muchos lugares el agua corriente está contaminada; lo que no dicen es que esa agua está contaminada gracias industrias como la de agua embotellada…

Así qué, ¿a quién vas a apoyar la próxima vez?

No hay comentarios:

Publicar un comentario